A propósito del
tiempo en que nos hallamos, optamos como equipo de Archivo Histórico Municipal por
abordar cómo era el actuar de la población del San Miguel de mediados del siglo
XX precisamente durante el tiempo de Cuaresma, todo esto por tratarse de un
fenómeno sociológico y cultural importante de nuestra historia e identidad.
Por principio de
cuentas, localizamos una nota periodística que habla de que luego del Miércoles
de Ceniza había gente que se dejaba la marca hasta una semana, así mismo se
expone el fervor y devoción de la comunidad, además del esmero que se ponía
para educar a los niños y niñas en cuanto a la forma del ayuno; en relación a
esto, algunas fuentes hablan de que había quienes ayunaban toda la cuaresma o
bien, mantenían un rígido silencio durante este periodo, solo pronunciando las
palabras más necesarias. Por otro lado,
se menciona que uno de los postres tradicionales sanmiguelenses de cuaresma es
la capirotada y se recordaron con nostalgia los altares del Viernes de Dolores.
En lo tocante a Semana Santa, la
nota hace referencia a testimonios de los mayores que narraban que durante esta
se evitaba que los caballos hicieran ruido amarrándoles algo, esto para no
quebrantar el silencio reinante (allá por la década de 1930); asimismo,
mencionaron que aproximadamente en los cuarentas y cincuentas del siglo pasado no
se escuchaba radio ni se cantaba.
Por otra parte, parafraseando la
intervención del Lic. Magistrado Bonifacio Padilla dentro de la Sesión Solemne
del 184 Aniversario de la creación del Municipio, entre los cincuentas y
sesentas del siglo XX los granos que la gente depositaba en el diezmo en
tiempos buenos se destinaban para repartirlos entre los pobres en épocas de
escasez.
Finalmente, en nuestra búsqueda nos
encontramos en la revista «Guiasanmiguel» de marzo de 2010 que el Domingo de
Ramos de 1972 se bendijeron los ramos en el santuario de La Purísima
Concepción.
Lic. Juan Ramón Jiménez Jiménez
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