El panteón de San
Miguel el Alto es uno de los espacios más icónicos de nuestra ciudad por la
belleza de sus tumbas talladas en cantera rosa, es por eso que en esta ocasión
rescatamos un documento del 18 de junio de 1966, de 58 años atrás, en el cual
el presidente municipal en turno Dr. Cándido Tostado Martín informa al entonces
Gobernador del Estado Lic. Francisco Medina Ascencio que puso en servicio las
mejoras del cementerio municipal que el Ayuntamiento construyó.
La ampliación
consistió en esto: «bardas de los lados
norte y sur de la misma con extensión de 126 metros de largo cada barda y se
cambió la que circulaba al lado poniente, instalándose en el mismo lado pero al
final del terreno de su ampliación con extensión por este lado de 52 metros y
con altura de 3 metros toda de cantera con sus pilares también de cantera de
sostén, se instaló un portón en su lado sur de 2.75 de ancho por 3.25 de alto
colocándosele su cancel de fierro, se le dejó terreno propio para
estacionamiento de automóviles y se empedró en el mismo 45 metros de largo por
8 metros de ancho en dirección a la puerta».
El texto sigue así «Dicha
ampliación se efectuó con la compra que se hizo de 7,000 siete mil metros
cuadrados de terreno, de los cuales se utilizaron 6,550 para fosas y calles
dentro de sí mismo en el cual hay capacidad para 324 en primera clase para
adultos y 54 para párvulos y en segunda clase igual cantidad, además se dejó
una extensión de 52 metros de largo por 10 metros de ancho para camino, ya que
se tomó igual cantidad de terreno de otro camino que había en el lugar de su
ampliación.
Dicha obra, expresa
el documento, tuvo un costo total de $31,554.60 «que erogó el suscrito por
conducto de la Junta de Mejoras Materiales del lugar». Cuidemos los puntos que constituyen un
baluarte en cuanto a nuestra arquitectura y cultura, y en este caso, un lugar
que merece mucho respeto pues ahí descansan los restos de nuestros difuntos.
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