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Ramírez, personaje ilustre de nuestra tierra, quien arribó a este pueblo de cantera rosa para inaugurar las dos escuelas de las cuales él fue benefactor: «Carmen Martín de Ramírez» y «Gregorio Ramírez».
De acuerdo con «Páginas de Oro de la historia de San Miguel el Alto, Estado de Jalisco», el 28 de septiembre de 1912 por la noche, «a pesar de una molesta lluvia que por algunos momentos se desató, tuvo lugar una animada serenata en la Plaza Ramón Corona, que se prolongó hasta las once de la noche y a la cual concurrieron las principales familias de la población, lujosamente ataviadas con ricos trajes, confeccionados conforme a las exigencias de la moda».
Según la misma fuente, el 4 de octubre del año citado «por la noche desde las ocho hasta las once y como los días precedentes, se repitió la serenata que, a pesar de las anteriores fiestas, estuvo igualmente concurrida y animada».
Cabe mencionar que el 5 de octubre de aquel lejano 1912 se realizó en el portal Morelos «una brillante kermesse (sic) en honor del Sr. Gral.» y el texto prosigue «…Las batallas de confetti (sic) se sucedían cada vez más reñidas y el simpático papelillo multicolor formaba en todo el piso una tupida alfombra».
El folleto señala que el 7 de octubre «por la noche una última, espléndida y concurridísima serenata, fué (sic) la nota final de los brillantes festejos que hacen honor á (sic) la comisión encargada de ellos y al pueblo que, con su correcta conducta, dió (sic) realce á (sic) las manifestaciones de cariño que hizo a su ilustre huésped; pues consta al cronista que durante ellas, no tuvo la autoridad que reprimir á (sic) nadie ni por la más leve falta de policía».
Que importante es rescatar las tradiciones que nos han dado identidad como sanmiguelenses por tanto tiempo y en tantos lugares. No dejemos perder nuestro legado cultural.
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San Miguel el Alto es una provincia de tradiciones arraigadas, y una de sus costumbres más emblemáticas y que desafortunadamente se ha venido perdiendo es la romántica serenata, perfumada de azucenas silvestres, las cuales son propias de esta temporada.
Un recuerdo grandioso de las serenatas sanmiguelenses lo encontramos 112 años atrás, en octubre de 1912, con motivo de la visita del general Francisco M.
Ramírez, personaje ilustre de nuestra tierra, quien arribó a este pueblo de cantera rosa para inaugurar las dos escuelas de las cuales él fue benefactor: «Carmen Martín de Ramírez» y «Gregorio Ramírez».
De acuerdo con «Páginas de Oro de la historia de San Miguel el Alto, Estado de Jalisco», el 28 de septiembre de 1912 por la noche, «a pesar de una molesta lluvia que por algunos momentos se desató, tuvo lugar una animada serenata en la Plaza Ramón Corona, que se prolongó hasta las once de la noche y a la cual concurrieron las principales familias de la población, lujosamente ataviadas con ricos trajes, confeccionados conforme a las exigencias de la moda».
Según la misma fuente, el 4 de octubre del año citado «por la noche desde las ocho hasta las once y como los días precedentes, se repitió la serenata que, a pesar de las anteriores fiestas, estuvo igualmente concurrida y animada».
Cabe mencionar que el 5 de octubre de aquel lejano 1912 se realizó en el portal Morelos «una brillante kermesse (sic) en honor del Sr. Gral.» y el texto prosigue «…Las batallas de confetti (sic) se sucedían cada vez más reñidas y el simpático papelillo multicolor formaba en todo el piso una tupida alfombra».
El folleto señala que el 7 de octubre «por la noche una última, espléndida y concurridísima serenata, fué (sic) la nota final de los brillantes festejos que hacen honor á (sic) la comisión encargada de ellos y al pueblo que, con su correcta conducta, dió (sic) realce á (sic) las manifestaciones de cariño que hizo a su ilustre huésped; pues consta al cronista que durante ellas, no tuvo la autoridad que reprimir á (sic) nadie ni por la más leve falta de policía».
Que importante es rescatar las tradiciones que nos han dado identidad como sanmiguelenses por tanto tiempo y en tantos lugares. No dejemos perder nuestro legado cultural.