SAN MIGUEL EL ALTO VIVE EL AÑO 2000

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Descripción

En las postrimerías del año 1999 y en espera del año 2000, año cabalístico, fecha incierta de vida en la que se aproximaba para la historia de la humanidad un accidente en la esfera del tiempo: la crisis total de la informática. El cambio de milenio nos mantuvo en temor prácticamente a todos “...decían que cuando cambiara la hora al 2000, las computadoras ya no iban a funcionar, que porque no estaban programadas para más tiempo” y los más aferrados señalaban que en esa fecha llegaría el temido “Fin del Mundo”. Los medios amarillistas le hicieron creer a los más pobres de espíritu que el apocalipsis de la humanidad estaba próximo, aprovechando que ese tema ha obsesionado al ser humano a lo largo de toda su existencia; sin embargo, los Sanmiguelenses recibimos el cambio de Milenio con poco temor y exacerbada alegría.
Por el lado religioso se celebró la misa de gallo en espera del año 2000, fecha que marcaba la historia de dos milenios de religión cristiana y católica. Dos mil años de esperar la segunda venida de Cristo, el Salvador del Mundo; el templo se encontraba lleno de fervientes católicos que agradecían al Creador los múltiples beneficios recibidos durante el año agonizante. Las autoridades civiles presididas por el C. Víctor Manuel Quiroz Reynoso se dieron a la tarea de preparar con singular alegría el inicio del tercer milenio. La familia se reunió en la plaza de armas para disfrutar de una clásica verbena, con platillos muy mexicanos que tocaban el paladar de los asistentes para despedir con singular alegría el año de 1999 y recibir con altas expectativas el cabalístico año 2000. El cielo de San Miguel el Alto se vistió de luz y color al colocar los juegos mecánicos a un costado del extinto Hotel San Miguel: espacio mágico para los chiquitines y jóvenes que aprovecharon al máximo la oferta de diversión.
 Los más pequeños pudieron disfrutar las sillitas voladoras, las ruedas giratorias de carritos y motocicletas, el brincolin y otros juegos más; por su parte los adolescentes y jóvenes no perdieron la oportunidad de disfrutar la aventura del barco pirata. Al mismo tiempo que sonaban las campanas del “Gloria in Excelsis Deus” en la parroquia de San Miguel Arcángel en la plaza de armas se realizaba el conteo regresivo para gritar a los cuatro vientos: ¡Feliz Año Nuevo! ¡Feliz Año 2000! De pronto el cielo se llenó de luces multicolores producto de la quema de pirotecnia importada y del clásico castillo con fuegos artificiales. El resultado fue el esperado: no se acabó el mundo, ni tampoco sucedió la catástrofe cibernética que el mundo temía. La comunidad de San Miguel disfrutó de una gran fiesta y como en los cuentos de hadas al final, ¡todos fueron muy felices!
José Luis Moreno Martínez


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