El 28 de febrero la bandera mexicana ondea a media asta recordando la muerte del último emperador azteca.
Cuauhtémoc defendió tenazmente la ciudad de Tenochtitlán, capital del Imperio azteca, del asedio de las tropas españolas al mando de Hernán Cortés. La caída de la ciudad y la posterior ejecución de Cuauhtémoc puso fin a una de las más brillantes civilizaciones precolombinas.